El equipamiento se obtuvo a partir de las gestiones que llevó a cabo el ministro de Seguridad y Justicia, Gastón Pérez Estevan ante Nación.
“Con la compra de los chalecos antibalas estamos respondiendo a la necesidad de mejorar el equipamiento de nuestra Policía no sólo en tecnología, sino también en elementos nuevos para la seguridad de los agentes. El fin último es llevar a la Policía a los estándares nacionales e internacionales en materia de seguridad y así poder responder a las demandas de la población”, explicó Pérez Estevan.
El convenio forma parte de un Programa Federal de Colaboración y Asistencia para la Seguridad cuyo objetivo es el fortalecimiento de las instituciones del Sistema de Seguridad Interior, para fortalecer las políticas e instituciones. En el mismo, las partes se comprometen a poner a disposición sus herramientas y recursos tendientes a la cooperación, colaboración y asistencia para la promoción de políticas públicas en materia de seguridad a fin que cooperen al combate del delito y la criminalidad; y permitan generar ámbitos de coordinación y relación interjurisdiccional.
Los chalecos, 450 en total de diferentes talles, son de marca DGFM Multiamenaza 2.1 o 2.2 con un nivel de protección RB2 con fisonomía externa masculina. En cuanto a la protección balística resisten los proyectiles del calibre 357 Magnum y del Calibre 9 mm. Por último, en referencia a la protección de elementos punzantes estos chalecos están diseñados contra: armas blancas de simple filo, doble filo y puntas.